te miré y me dió la sensación de que te habías encogido.
Un viajecito de promoción
Debo escribir un ensayo sobre la educación en el Perú que se instala en un edificio diseñado funcionalmente como casa; hogar.
Improviso
A más alumnos tengo, más construyo, me elevo, habito el aire y mi otrora casa es ahora un monumento de 4 pisos de donde cuelgo mi cartelito ofreciendo el desarrollo de las 7 inteligencias múltiples (¿?), valores cristianos (represión, miedo y culpa) a la vez que te garantizo el corte de pelo estilo Humala (lo militar es lo correcto).
Segrego
El C.I. equivale a la nota que equivale a tu aula; 20-16 A, 16-12 B, 12-8 C, 8-0 D.
Si pues, no vales nada y mereces estar ahí con tus semejantes, ámense los unos a los otros. Jode porque eso es lo único que sabe hacer. Bueno profesor, paciencia, es el D. Hay que lindos, son del A.
Nerd o fumón
Si pues si eres del A eres nerd y lo mas probable es que intentes a los 19 suicidarte.
Si pues si eres del D eres burruchaga y lo más probable es que termines de fumón a los 24.
Orgullo
A mi me quieren a ti no. Soy rebelde, los míos no viajan pero yo si, a mi me quieren, me piden, viajo yo, jódete, mira como me quieren, jódete. Dejad que los niños se acerquen.
Acúsame. Sí, paso la noche con mis alumnos. Y qué. Jódete. Acúsame.
Desmientan
¿Yo acostarme con ustedes? ¿Yo vieja y fea, acostarme con ustedes? ¿Se acostarían conmigo chicos? (puta que pena). Lo suponía chicos. Desmientan.
Mireloe, mireloe.
Al estilo de los Back to Mine, los discos que sacaron grupos como Massive Attack, Tricky, Underworld, Everything but the girl, etc. y en los cuales daban cuenta de sus grupos y estilos musicales favoritos, Telepopmusik ofrece el “The Catalogue of Telepopmusik” donde encontramos clásicos como My Funny Valentine de Chet Baker, hasta puntillazos como Yma Sumac que nos remite a Bjork y viceversa, junto a ejercicios modernos como el de los islandeses de Mum y el delirio electrónico de Seelenluft, Esg, y Squarepusher hasta el mas romántico Vincent Gallo pasando además por Lali Puna y Pixies. Un disco completito.
ahinama ©
Huidobro, los pajaros no necesitan del cielo para volar.
Recreo
Se habían metido con su pequeño hermano. Fue uno de sus compañeros de aula quien palmeteó la frente del pequeño que entonces cursaba el segundo grado.
Atento al abusivo, fue y lo encaró. No se exactamente que fue lo que dijo pero al cabo, sin darse cuenta en el acto, recibió un puñete en el estomago que lo dejo sin aire mientras escuchaba el timbre que daba fin al recreo y caía de rodillas en el suelo húmedo de la tarde.
El pequeño a su lado no dejaba de llorar y consolar a su hermano.
Llegó tarde a su clase y a cambio recibió tres reglasos en la palma de su mano. A la distancia logró ver los ojos del pequeño entre las plantas.
Hubiese sido mejor ir con el director.
Me has pedido que escriba algo hoy.Hoy es un día que a ti te gusta pero ayer me tuve que regresar. Y siempre, aunque sea muy tarde, hay maneras de regresar, de volver. Y porque todo lo que escribi y no escribi lo has escrito tu para ti.
Huidobro, un mar desierto es simplemente ya un desierto.
... tiene 24 años y tres hijos. Ana Belén y Edwin, los dos últimos, padecen de Síndrome de down, pues Ella lleva en su código el genotipo. En el hospital no le practicaron una ligadura de trompas porque los médicos argumentan que es muy jovencita para eso. En la actualidad, no usa método anticonceptivo alguno...
Tras plante al corazón
Someterse a un transplante de corazón debe ser tan cruel para el donante como para el corazón que se instala en el pecho de un desconocido de andar lento.
Para este, adaptarse a un nuevo latido le resulta extraño por lo que decide caminar con los pies.
La mano con la que toca su pecho diariamente, es la misma mano con la que se masturba. Así, sus latidos junto a su erección se desvanecen conforme su mano deja de culpar.
Su pie, victima de la ansiedad, empieza a brincar en correcta modulación a los latidos de su corazón.
Armonía, pieza del ritmo.
154 latidos por segundo
124 paro cardiaco
… algo más; taquicardia.
Hoy, late como camina.
O(h), camina como late.
BLANCA NAVIDAD
Hueles a paja fue lo primero que dijo al verme. Salí después de dos días de encierro voluntario antes de la nochebuena. La abuela se encontraba muy enferma y mamá quería a todos juntos esa navidad. La hora no me dio tiempo para echarme un baño así que decidí sentarme a la mesa tal y como me había levantado de la cama. Ahí estaban mi padre en el lugar de siempre, mi dos hermanas que ya tenían dos hijos cada una y de distintos ex novios (que feos y que rápido habían crecido esos niños); y por supuesto mi hermano que seguro se iría nunca de casa y festejaba una vez mas la llegada de los carnavales aplaudiendo que papá le haya regalado 8 bolsas de globo payaso.
Yo me limite a tomar el chocolate con leche y a ver de reojo y a cada momento como la abuela dejaba caer pedazos de panetón en el suelo mientras fingía comer muy a gusto.
Los dos pequeños de Lola gritaban pidiendo más retazos de pavo como si no hubieran comido por días. Yo solo deseaba no estar ahí y trataba de esperar que algo de viento me ayudara a enfriar la taza que hervía a temperatura que parecía obligar a todos a permanecer en la mesa muy a gusto y a sonreír cada vez que se quemaban la jeta. Era una suerte haber perdido mi cámara de fotos el día de mi cumpleaños, ya algunos empezaban a acordárselo mientras la abuela recibía la llamada de su hijo menor ausente, extranjero y esclavo en un país que apenas se asomaba y se apoderaba de todo. Era una pena no haber podido terminar el chocolate, sonó el timbre y abajo me esperaban los de siempre mientras me zambuía nuevamente en mi cama.
Enero, 2005
Hueles a paja fue lo primero que dijo al verme. Salí después de dos días de encierro voluntario antes de la nochebuena. La abuela se encontraba muy enferma y mamá quería a todos juntos esa navidad. La hora no me dio tiempo para echarme un baño así que decidí sentarme a la mesa tal y como me había levantado de la cama. Ahí estaban mi padre en el lugar de siempre, mi dos hermanas que ya tenían dos hijos cada una y de distintos ex novios (que feos y que rápido habían crecido esos niños); y por supuesto mi hermano que seguro se iría nunca de casa y festejaba una vez mas la llegada de los carnavales aplaudiendo que papá le haya regalado 8 bolsas de globo payaso.
Yo me limite a tomar el chocolate con leche y a ver de reojo y a cada momento como la abuela dejaba caer pedazos de panetón en el suelo mientras fingía comer muy a gusto.
Los dos pequeños de Lola gritaban pidiendo más retazos de pavo como si no hubieran comido por días. Yo solo deseaba no estar ahí y trataba de esperar que algo de viento me ayudara a enfriar la taza que hervía a temperatura que parecía obligar a todos a permanecer en la mesa muy a gusto y a sonreír cada vez que se quemaban la jeta. Era una suerte haber perdido mi cámara de fotos el día de mi cumpleaños, ya algunos empezaban a acordárselo mientras la abuela recibía la llamada de su hijo menor ausente, extranjero y esclavo en un país que apenas se asomaba y se apoderaba de todo. Era una pena no haber podido terminar el chocolate, sonó el timbre y abajo me esperaban los de siempre mientras me zambuía nuevamente en mi cama.
Enero, 2005