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Las bases de las instituciones socioculturales primarias (familias, religión, sistema político, organización económica) se encuentran atravesando su periodo más crítico y se ajustan a la organización cultural y política de una determinada nación. Como estructura, la familia se sujeta en principio a una organización nuclear que se compone únicamente de padres e hijos. Las circunstancias determinan la movilidad de esta estructura y la redefinirán según los miembros que esta incluya.

Los Estados Unidos (del terrorismo), vienen instalando una política que niega el parentesco, promocionando con sus leyes, un mensaje atento en deformar la visión de los ciudadanos, intentando negar el parentesco y su red social de vínculos implantando normas que (re)establecen la estructura y la organización familiar, promoviendo contrariamente, grados de parentesco “legal” e “ilegal” que limitan y transforman el concepto básico de la familia y el derecho primario de elegir a voluntad y según sus necesidades, la inclusión de otros miembros.
El “propósito” es detectar inmigrantes ilegales instalados en las casas de sus familiares o amigos ya legales.

Los primeros casos se han instalado en Manassas, una localidad del estado de Virginia, “afirmando la policía que había recibido quejas por el número de personas que residían en la vivienda. Cuando la mujer presentó a su familia (su esposo, dos hijos, un sobrino), el policía le informó que este ultimo, bajo las nuevas normas, no estaba emparentado de manera directa y debía abandonar la casa”.

Manassas tiene una población de solo 40 000 habitantes, cuyas quejas provienen de vecinos en zonas compartidas con hispanos que en la localidad constituyen el 15% de la población total (72% blancos y 13% negros). Las dirigencias locales han reconocido en la propuesta, una intención que intenta crear las bases de lo que denominan ingeniería étnica, una operación que solo alentaría la discriminación racial en un país abiertamente racial, y el peligro de xenofobia.

En una nota editorial, el Washington Post afirma que el proyecto es peligroso, ya que los castigos y sanciones hacia los inmigrantes podrían igualarse a la de los delincuentes y además, “no podrán cambiar el hecho de que 11 millones de personas viven ilegalmente en este país, en una economía que no puede funcionar sin ellos”.

Esta es una forma irresponsable de sembrar la incomprensión y anular el diálogo. Siguiendo a Edgar Morin y su enseñanza de la comprensión en la complejidad, no podría sino pensar que para los Estados Unidos, la incomprensión de su propia nación y del si mismo, su embrutecimiento (Guerra contra el terrorismo: cualquier estado que en su seno acoja terroristas es terrorista y debe ser tratado como tal, ¡bombardeo e invasión!), deviene en incomprensión hacia los demás (¿Acaso no albergan los Estados Unidos, terroristas? Bajo esta lógica, la de la doctrina Bush tomada en cuenta seriamente: tratarían a todos los estados que acogen terroristas como estados sujetos a bombardeo e invasión). Estados Unidos, país democrático, cubre sus carencias y debilidades volviéndose despiadada frente a las carencias, debilidades y necesidades del otro. Su razonamiento paranoico y su egocentrismo, amplían la línea del etnocentrismo y sociocentrismo que nutre su xenofobia y racismo al quitarle al extranjero su calidad de humano. Su incapacidad de autocrítica, su arrogancia, la negación, el desprecio y la condena de culpables constituyen la peor de las incomprensiones de su etno-ego centrismo.

Y si, parece una versión de ciencia ficción pero esta ocurriendo en el país del cowboy solitario. Y como todo lo que ocurre dentro de su poder, se mantiene una vez más en silencio. Es, paradójicamente, una lucha del sistema contra el sistema.