imágenes sin resolver

Cuando el lenguaje utiliza la ambigüedad como forma de expresión, cualquier intento por reconciliar una situación se torna banal y fútil. Esta comunicación con un lenguaje ambiguo es el que utiliza en primera instancia la Fiscalia para dar a conocer el resultado de sus investigaciones, en lo que supongo es un intento por no comprometerse del todo como debiera con sus investigaciones, los resultados y la situación que esta enviste.
El documento entregado por los fiscales adjuntos y que datan los resultados de la investigación al ex presidente Alan García, a su ex ministro Agustín Mantilla y al vicealmirante en retiro, Luis Giampietri –integrante de la plancha presidencial del APRA- con respecto al caso de la masacre del penal de El Frontón en donde fenecieron 116 presos, inexplicablemente arroja resultados que en su manifestación no conducen a ningún lugar; los fiscales consideran serios indicios que hacen presumir, razonablemente, la responsabilidad penal de los implicados, teniendo en cuenta documentos del caso y las declaraciones de diversos testigos que han detallado como ocurrió, los días 18 y 19 de julio de 1986 en el penal de la isla de El Frontón.
¿Que evidencia un resultado que arroja solo una presunción razonable? Ninguno, se queda como en un comienzo en presunción, aquella que una investigación lógicamente tiene que resolver. Para que voy a investigar lo que presumo si voy a terminar nuevamente presumiendo, aunque esta vez en lo que parece una broma, tenga un tinte razonable.
Este proceso tendrá que pasar por una ratificación por parte de otro magistrado que decidirá formular o no la denuncia respectiva nuevamente al juzgado especial en derechos humanos. Las pruebas son suficientes para determinar la participación y decisión política en la toma de acciones según declaraciones de Guillermo Monzón- ex presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas- quien señala que la debelación de amotinados en el penal de El Frontón fue una decisión política del gobierno de García. O las manifestaciones del mismo Giampietri quien dijo que el doctor Mantilla pidió que se hiciera un hueco para ingresar al Pabellón Azul… y, como era una persona política, se le informaba; el estaba al tanto de todas las operaciones.

Todo este enredo innecesario y la lentitud que involucra todo proceso judicial en nuestro país, suponen que a falta de tres meses para las elecciones no conoceremos los resultados específicos que podrían involucrar e inculpar a García en una situación delicada y comprometedora en épocas electorales, no descartando además que un eventual triunfo de García le otorgaría impunidad y consecuente anulación de todo proceso, volviendo una vez más a lo mismo: el olvido y la memoria.