Será una vieja leyenda de la fotografía española. Tiene cara de gato roñoso y viaja con tres grandes mochilas e incluso una mujer. Dentro de una lleva la 35 milímetros. Y un bolso de cuero que nota y oculta la 6 por 6. Viste casaca de cuero y pantalón cargo. Sus arrugas dibujan los pliegues que marcan el signo de la viudez. Parece una estrella del rock argentino. Saco unas fotos. Quiero que sepas que estuve aquí y sepas que escribiré de esto con Domingo un jueves.
Nos pregunta si traemos invitación. Pregunta si estamos inscritos en la lista. Dice que no hay manera de ingresar.
Y tú dices que la fotocopia no hubiese servido.
Afuera Susana Villarán propone lo que necesitamos frente a unos cuantos. Son muy pocos. A nadie le interesa la política. Ni las cuestiones de género. Todos han venido a ver al fotógrafo con cara de gato roñoso.
Recorren sus imágenes. Las visitan. Hacen un viaje imaginario por aquellas que lucen intimidad. Vaginas, senos, tatuajes, pornografía. Nacho.
Hace ruído la máquina. Ha detectado el código de barras del libro de Alberto García-Alix, Llorando a aquella que creyó amarme. Ten cuidado. Siéntate. Cuéntame como estuvo Trujillo. Si eres feliz. Si estás enamorado. Si ya te acostumbraste a Lima.
Vamos. Busquemos un lugar.
Nos pregunta si traemos invitación. Pregunta si estamos inscritos en la lista. Dice que no hay manera de ingresar.
Y tú dices que la fotocopia no hubiese servido.
Afuera Susana Villarán propone lo que necesitamos frente a unos cuantos. Son muy pocos. A nadie le interesa la política. Ni las cuestiones de género. Todos han venido a ver al fotógrafo con cara de gato roñoso.
Recorren sus imágenes. Las visitan. Hacen un viaje imaginario por aquellas que lucen intimidad. Vaginas, senos, tatuajes, pornografía. Nacho.
Hace ruído la máquina. Ha detectado el código de barras del libro de Alberto García-Alix, Llorando a aquella que creyó amarme. Ten cuidado. Siéntate. Cuéntame como estuvo Trujillo. Si eres feliz. Si estás enamorado. Si ya te acostumbraste a Lima.
Vamos. Busquemos un lugar.
Caminamos. Tomamos un micro en línea recta. Nos equivocamos. Bajamos y caminamos. Aquí vive él. Buscamos un café. Caminamos. Buscamos un lugar. Me ofreces un cigarrillo. Dejas tu destino en las manos del chango. Tu futuro en el sol.
Recuerdo que enfrentaba el miedo con la tristeza. Y que solía repetir uno o dos versos mientras el perro ladraba. Que temblabas de frío a mi lado. Que solía quedarme solo y pensar. Que ahora pienso y me quedo solo. Que mañana tendrás que caminar conmigo y repartir volantes. Que nos hemos olvidado del fotógrafo con cara de gato roñoso. Y tu casera es muy guapa.
Recuerdo que enfrentaba el miedo con la tristeza. Y que solía repetir uno o dos versos mientras el perro ladraba. Que temblabas de frío a mi lado. Que solía quedarme solo y pensar. Que ahora pienso y me quedo solo. Que mañana tendrás que caminar conmigo y repartir volantes. Que nos hemos olvidado del fotógrafo con cara de gato roñoso. Y tu casera es muy guapa.
1 Comments:
no entendi el cuento, al menos no mucho, pero me hizo sentir super triste, por eso t escribo,q raro no?, no me suele pasar...bueno..
besos
5:55 p. m.
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