Con un conmovedor y romántico beso al estilo del fenecido papa, Toledo intentó reconciliarse con Arequipa.
¡Arequipa, perdóname!
A pocos días de los enamorados
he regresado a Arequipa
para decirle que en 1994
tuvimos un amor a primera vista.
Hoy Alejandro Toledo, este cholo terco,
te viene a decir: Arequipa, grande y generosa,
si algún día cometí un error pensando
en tu bienestar hoy vengo a pedir perdón.
Si algún día pensando en el bienestar
de los pobres tomé una decisión de gobierno
que se convirtió en un error, con la grandeza de
alguien que ama a Arequipa, te pido perdón.
Solo los grandes pueden decirle perdón a Arequipa.
El público, inculto, no supo apreciar el valor de su poesía y atinó, simplemente, a pifiarlo. Es la poética del cinismo encarnada concientemente en el discurso presidencial. ¡Que grande!
A pocos días de los enamorados
he regresado a Arequipa
para decirle que en 1994
tuvimos un amor a primera vista.
Hoy Alejandro Toledo, este cholo terco,
te viene a decir: Arequipa, grande y generosa,
si algún día cometí un error pensando
en tu bienestar hoy vengo a pedir perdón.
Si algún día pensando en el bienestar
de los pobres tomé una decisión de gobierno
que se convirtió en un error, con la grandeza de
alguien que ama a Arequipa, te pido perdón.
Solo los grandes pueden decirle perdón a Arequipa.
El público, inculto, no supo apreciar el valor de su poesía y atinó, simplemente, a pifiarlo. Es la poética del cinismo encarnada concientemente en el discurso presidencial. ¡Que grande!
2 Comments:
This is very interesting site...
» »
3:03 p. m.
Very nice site! » » »
12:19 p. m.
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