Médula: parte mas interna de un órgano o estructura.
(hiperventilación)
Medulla fue un retorno muy ambicioso dentro del marco hasta en el que ese momento se situaba la obra de Bjork.
El Medulla aparece en un contexto que supone abiertamente una manera de contrarrestar “el estúpido racismo y patriotismo estadounidense” luego del 11 de setiembre: “Fue mi manera de decir ¿que pasa con el alma humana? ¿Qué paso antes de que nos viéramos inmersos en problemas como la civilización, la religión y la soberanía?”.
El disco presenta solo voces humanas, canto tirolés, beatbox y música coral islandesa. (Una autentica pesadilla). Paralela a su creación se encuentra la gestación y el nacimiento de Isadora y el dolor de la transformación del cuerpo, el equilibrio y desequilibrio orgánico, la duplicidad: “tome verdadera conciencia de mis músculos y huesos. El cuerpo toma el control y hace cosas increíbles”.
Bjork asume una posición contraria y abierta acerca del equilibrio entre la familia y el trabajo, su interés trata de asumir un rumbo políticamente correcto; simpatía por la causa feminista y los derechos de la mujer, la edad, el tiempo de las cosas:
“Últimamente he observado que es más difícil para mi y mis amigas manejar las cosas que para los hombres. En los noventa había mucho optimismo: creímos que finalmente habíamos alcanzado la igualdad de derechos para mujeres y hombres… y de pronto todo se hizo trizas. Creo que es la primera vez, en las cientos de entrevistas que he concedido, que me monto en el tren del feminismo. En el pasado siempre intente cambiar el tema. Pero creo que es el tiempo de abordar estos asuntos……….. ¡Es posible que me vuelva feminista a mis años!"
Reflexiones de género y familia: “Es increíble como la naturaleza prepara a las hembras para encargarse de la gente y sin embargo es difícil para ellas hacerse cargo de si mismas.”
Su paso por el cine deja en ella un impacto negativo contrario al resultado sobrecogedor de Dancer in the Dark. Compone un primer soundtrack, Selmasongs, con una narrativa marcada por la composición del teatro y el cine clásico musical. Su pronunciamiento supuso pocas probabilidades de tenerla en otro film.
(sin embargo)
El 1 de julio en Kanasawa, Japón se estrenó Drawing Restraint 9, el primer proyecto fílmico de Mathew Barney, pareja de Bjork y padre de Isadora, artista multimedia con cuya pieza The Cremaster Cycle (1994-2002) una saga quintuple sobre la sexualidad humana y los procesos de creación elaborada a lo largo de 10 años y que le fijó un lugar dentro del espacio de las vanguardias recientes del videoarte electrónico hasta convertirse en el artista más joven homenajeado con una retrospectiva en el Museo Guggenheim (New York, 2003). Su trabajo combina la perfomance, la arquitectura, la escultura, la fotografia y la construcción de escenarios y anatomías a partir de modelos narrativos provenientes de la mitología, la biología y la geología.
5 años después de haber confesado que no representaría papel alguno en una próxima película, Bjork retorna nuevamente cumpliendo ambas funciones: la de componer una banda sonora y la de representar un personaje. No puedo pronunciar una opinión de la película porque aun no la he visto, lo que si vengo desde hace un tiempo escuchando es el soundtrack de Drawing Restraint 9 compuesto enteramente por Bjork y que contó además con la participación de los músicos más importantes del Japón y el mundo de la vanguardia actual. El contexto en el que se desarrolla el film y por ende el contexto de la banda sonora es la Bahía de Nagasaki en Japón.
(la tradición japonesa)
Este nuevo trabajo de Bjork inmediatamente se inscribe dentro de la tradición japonesa que en términos de vanguardia ha sido reinterpretada por Riuichy Sakamoto y recientemente por el asombroso trabajo de Shugo Tokumaru en una confluencia total entre la electrónica y el sonido ancestral para crear precisamente esa atmósfera originaria y primitiva, milenaria de culto y combate que es también emblemática y representativa del teatro Noh japonés.
Bjork ha contado con la colaboración de Mayumi Miyata, una de los músicos japoneses más importantes del mundo, que ha interpretado obras de John Cage y Toru Takemitsu; y Akira Rabelais, representante máximo de la vanguardia musical de Japón. Como contrapartida a la base más tradicional, Bjork cuenta también con sus habituales productores electrónicos; Mark Bell, Valgeir Sigursson y Leila.
El disco abre con Gratitud, tema que interpreta Will Oldahm con la melodía del arpa de Zeena Parking, ambos colaboradores habituales de Bjork, el primero colaborando en Medulla y la segunda en la mayoría de sus trabajos. Aquí el texto que interpreta Oldahm pertenece a una carta del general McArthur escrita en el año 1946 a un ciudadano japonés. Lo acompaña un coro infantil.
El segundo tema abre con un instrumento tradicional, el Sho, que proviene de las cortes imperiales del antiguo Japón y es ejecutado por Mayumi Miyata. Lo que a simple escucha parece ser el sonido de un pequeño organo o harmonio, es el conjunto de un grupo de diecisiete cañas estrechas y quince boquillas que permiten crear grupos de tonos simultáneos en perfecta armonía con el conjunto electrónico y una sofisticada manipulación del registro sonoro, mezclado asimismo con cantos guturales manipulados por la propia Bjork para componer Pearl en una suerte de ejercicio de recomposición orgánica, energética, similar a estados de retorno producidos por respiración holotrópica.
Aunque apenas Bjork aparece en tres temas, la exclusión de su voz no le resta apariencia al conjunto y se esconde en los temas más inverosímiles como un instrumento más de orquesta.
En Ambergris March se puede percibir e identificar el glockenspiel, instrumento que es una especie de xilófono cuyo sonido se asemeja al de las campanas por lo que en algunos contextos es llamado campanas orquestales, junto al clavecín cuyo sonido remite a los mejores momentos de La Novia en Japón y el combate que sostiene con O Rein Ishi en Kill Billl.
Bath, el cuarto tema, trae de regreso a Bjork con una delicada composición de piano que ejecuta Akira Rabelais y que nos entrega su voz a fondo en primer plano y seguida de un doble propio que se bifurca en continuidad con el último verso que da sentido a aquello que conforma un coro polifónico.
El tema que le sigue, Hunter Vessel es ejecutado solo por instrumentos de viento y un eje clásico que precede a Shimenawa, el primer tema que se compone en su totalidad por un solo tenso de Sho.
El disco en conjunto mantiene un delicado clima dramático que ha de representar la atmósfera y el argumento de la película que parece encerrar en Store, tema de Bjork y Leila, toda la síntesis del viaje que realiza la pareja a bordo de la embarcación (la pareja Barney-Bjork, protagonista del film).
La influencia del registro del teatro ritual Noh japonés aparece en Holographic Entrypoint bajo la interpretación de Shiro Nomura y la percusión de Shonosuke Okura exactamente minimalista, resultado de crótalos de madera que nos transporta al espacio mismo de una ceremonia ancestral. El cierre esta a cargo de la misma Bjork en Cetacea y nuevamente Mayumi Miyata ejecutando el Sho, atractivo y pieza principal de este trabajo en lo que califica como un retorno a la Antártica.
(punto aparte)
El disco, como resultado final es capaz de sacudirse de los convencionalismos y tendencias actuales de la fusión y la world music para concluir una vez mas como en todos los trabajos de Bjork en un punto aparte.
4 Comments:
el retrato exacto.
1:08 p. m.
como no querer
a tremenda pixie.
12:40 a. m.
a veces, cuando escucho la voz de Bjork, me dan esos escalofríos, tan propios del miedo y de la felicidad, y, mientras pasan, no sé si moverme o esperar quieto a que su voz abandone mi cuerpo.
4:43 p. m.
Fabuloso post. Quienes reconocemos en Bjork a uno de las mas grandes de todos los tiempos, felicitamos este trabajo. Paz
2:58 p. m.
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