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0 comments | martes, febrero 28, 2006

El Capo(te) de Philip Seymour Hoffman


Algunos consideraban que este señor estaba dotado únicamente de cualidades que redondeaban la interpretación de personajes humanamente exclusivos: friquis, subnormales, dependientes y patéticos. A las pruebas se remitían: Happiness, Love Lisa, Magnolia, 25 Hour (y otras que seguro no recuerdo). Obviaban sendas actuaciones como las de Boggie Nights y Almost famous (y otras que seguro no recuerdo) y la complejidad de cada personaje aún similitud. Philip Seymour Hoffman es sencillamente genial. Hoy, con la configuración de Truman Capote, la duda y el estereotipo han quedado convincentemente destruidos. Un personaje hábil y extraordinario para un actor doblemente hábil y extraordinario, descubierto por la belleza de su interpretación que nos muestra la habilidad con la que Capote se relacionaba y construía inmediatamente empatía genuina a partir de rasgos contrapuestos: la virtud del ego y el acto reflejo de una simpatía demoledora y justificada según sus (im)propios intereses. Phillip Seymour Hoffman actúa para el personaje y jamás para el mismo. De ahí su similitud y diferencia con Truman Capote y cada rasgo. No le den el Oscar. Sería (in)justo.