Sigur Rós nos tiene acostumbrados a hermosas sinfonías, únicas en un género que le corresponde por haber inventado. Acaban de sacar un nuevo disco, Takk (2005) en el que evidencian claramente una exploración distinta, otras texturas y sonidos lejanos de cerca a sus anteriores trabajos.
La música ostenta una instrumentación distinta que la aleja de a poco (valga la redundancia) de sus trabajos anteriores situándola más cercana al primer disco, Von. Con temas extensos y atmósferas de sinuosa orquestación, estructuras más prolongadas y asimétricas, el disco mantiene la elevada vocación sublime que conocemos en Sigur Rós.
Los intros acostumbrados y la resolución final evidencian un claro interés y acercamiento a estructuras que en principio tienen mucho que ver con el post rock canadiense. Se deja sentir; cambios de ritmo precipitados y de niveles inverosímiles pero esperados.
Hay algunos saltos hacia atrás (totalmente evolutivos) al ( ), su anterior disco, como un episodio irresuelto con algunas piezas de recambio y por recomponer en una narrativa casi olvidada pero finalmente progresiva.
Los 6 minutos 40 de Gong Endir, el noveno tema, son interminables. El inicio es cadencioso, el final inexorable. Cada tema transita por diversos paisajes y una misma sinfonía.
Presumo que el primer videoclip será de Saeglopur (se deja ver claramente), un tema que parece encerrar el enigma que Heysatan, el tema final, cierra y soluciona grandiosamente. Takk.
La música ostenta una instrumentación distinta que la aleja de a poco (valga la redundancia) de sus trabajos anteriores situándola más cercana al primer disco, Von. Con temas extensos y atmósferas de sinuosa orquestación, estructuras más prolongadas y asimétricas, el disco mantiene la elevada vocación sublime que conocemos en Sigur Rós.
Los intros acostumbrados y la resolución final evidencian un claro interés y acercamiento a estructuras que en principio tienen mucho que ver con el post rock canadiense. Se deja sentir; cambios de ritmo precipitados y de niveles inverosímiles pero esperados.
Hay algunos saltos hacia atrás (totalmente evolutivos) al ( ), su anterior disco, como un episodio irresuelto con algunas piezas de recambio y por recomponer en una narrativa casi olvidada pero finalmente progresiva.
Los 6 minutos 40 de Gong Endir, el noveno tema, son interminables. El inicio es cadencioso, el final inexorable. Cada tema transita por diversos paisajes y una misma sinfonía.
Presumo que el primer videoclip será de Saeglopur (se deja ver claramente), un tema que parece encerrar el enigma que Heysatan, el tema final, cierra y soluciona grandiosamente. Takk.
1 Comments:
Creo q con éste cuarto trabajo de los islandeses, Takk... nos sumerge en nuestra verdadera esencia humana, ese sentimiento infantil que tenemos dentro, pero que pocas veces lo sacamos a flote. Como para divagar por sus sonidos infinitos hasta desvanecerse.
Ya visitaste las imágenes del Estudio?
Te dejo el link porsiacaso:
http://www.sundlaugin.com/Desktop-Pages/Image0.html
Saludos.
11:23 a. m.
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