El Premio Nacional PUCP fue este año para los trabajos de fotografía. El Centro Cultural de la Católica ha montado una muestra con los ganadores (empate el primer lugar), las menciones honrosas y los finalistas. Fue una sorpresa encontrar entre los finalistas a mi amigo José Carlos Orrillo con la serie Los Moche del XXI, una serie que intenta representar por medio de los García, familia que habita en la campiña de Moche y responsable del Rostro Inconcebible, la vida de los actuales habitantes de la campiña y la cultura Moche. Es el segundo trabajo que he podido ver de José Carlos este año y se nota el cambio en su trabajo desde la mudanza al color y la imagen digital. Se extraña la precisión y la calidad de su trabajo de laboratorio y blanco y negro definitivamente.
La mayoría de trabajos presentan documentales desarrollados en el ande peruano, en las fiestas populares con una visión que si bien es periodística, no deja de lado el cliché turístico abundado en muchísimos documentales. No ofrecen mucho, casi nada. En este aspecto solo marca la diferencia el buen trabajo de Alfredo Giraldo titulado Pago a la tierra en dólares, documental que registra la fiesta del Qoyllur Ritti en el Cuzco y el sincretismo cultural producido por la globalización y la llegada de los medios de comunicación y consumo masivo que han alterado las relaciones personales y de pago a la divinidad. Curiosísimo.
Personalmente me gustaron dos trabajos junto al mencionado antes, el de Eric Vásquez, titulado El Paso, una crónica juvenil relacionada con el mar y en clave de metáfora para articular un relato actual. El otro, es el trabajo de Daniel Silva, La vida hoy, que se acerca a la situación actual de las familias en Huahupuquio en Ayacucho, afectados por el terrorismo y la violencia militar de los 80. Un acercamiento sencillo a la realidad luego del terror.
Los primeros lugares retratan por un lado, el resultado de una serie de fotografías realizadas durante varios domingos playeros, retratos urbanos que intentan situarnos en la realidad de los migrantes provincianos y el cambio social que supone su inclusión en un espacio distinto.
El otro ganador, un piurano, retrata la situación de una familia que solo posee, una vieja ficha domiciliaria. La precariedad de su existencia es vista desde una perspectiva suficientemente sutil, para entregarnos una ficha exacta de una porción de existencia.
Mas allá de la insistencia en referentes culturales ya abundados por el medio , muchos trabajos demuestran que la sencillez, el respeto y la sinceridad y por ende, la buena empatía, son la base de todo proyecto que intente configurar, la complejidad del ejercicio fotográfico en su relación con la humanidad, nuevamente compleja.
La mayoría de trabajos presentan documentales desarrollados en el ande peruano, en las fiestas populares con una visión que si bien es periodística, no deja de lado el cliché turístico abundado en muchísimos documentales. No ofrecen mucho, casi nada. En este aspecto solo marca la diferencia el buen trabajo de Alfredo Giraldo titulado Pago a la tierra en dólares, documental que registra la fiesta del Qoyllur Ritti en el Cuzco y el sincretismo cultural producido por la globalización y la llegada de los medios de comunicación y consumo masivo que han alterado las relaciones personales y de pago a la divinidad. Curiosísimo.
Personalmente me gustaron dos trabajos junto al mencionado antes, el de Eric Vásquez, titulado El Paso, una crónica juvenil relacionada con el mar y en clave de metáfora para articular un relato actual. El otro, es el trabajo de Daniel Silva, La vida hoy, que se acerca a la situación actual de las familias en Huahupuquio en Ayacucho, afectados por el terrorismo y la violencia militar de los 80. Un acercamiento sencillo a la realidad luego del terror.
Los primeros lugares retratan por un lado, el resultado de una serie de fotografías realizadas durante varios domingos playeros, retratos urbanos que intentan situarnos en la realidad de los migrantes provincianos y el cambio social que supone su inclusión en un espacio distinto.
El otro ganador, un piurano, retrata la situación de una familia que solo posee, una vieja ficha domiciliaria. La precariedad de su existencia es vista desde una perspectiva suficientemente sutil, para entregarnos una ficha exacta de una porción de existencia.
Mas allá de la insistencia en referentes culturales ya abundados por el medio , muchos trabajos demuestran que la sencillez, el respeto y la sinceridad y por ende, la buena empatía, son la base de todo proyecto que intente configurar, la complejidad del ejercicio fotográfico en su relación con la humanidad, nuevamente compleja.
ver fotos aquí: http://www.pucp.edu.pe/premionacional/gan.htm
5 Comments:
Excelente dato. Caeré por ahí. Un gusto por José carlos. Doble razón para ir a ver la exposición.
Un abrazo.
2:44 p. m.
Pero no pude ver ninguna foto de Jose Carlos en línea....
3:21 p. m.
Las fotos de José Carlos están en la muestra. Tienes que ir al CCPUCP para verlas Tatiana,en línea solo ubicas a las premiadas.
7:27 p. m.
Vale la pena visitar la muestra. Pero en estos días porque se viene la de Winternitz.
Saludos Oscar.
7:29 p. m.
Bacan la pagina jorge, le he pasado tu blog a andy garay, el pata de piura que empato el 1er. lugar, a ver si nos vemos en trujillo pues..
saludos
josed carlos
8:15 p. m.
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