<meta name='google-adsense-platform-account' content='ca-host-pub-1556223355139109'/> <meta name='google-adsense-platform-domain' content='blogspot.com'/> <!-- --><style type="text/css">@import url(https://www.blogger.com/static/v1/v-css/navbar/3334278262-classic.css); div.b-mobile {display:none;} </style> </head><body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d9127958\x26blogName\x3dim%C3%A1genes+sin+resolver\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLUE\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://ahinama.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_PE\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://ahinama.blogspot.com/\x26vt\x3d-2452722789847477656', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe", messageHandlersFilter: gapi.iframes.CROSS_ORIGIN_IFRAMES_FILTER, messageHandlers: { 'blogger-ping': function() {} } }); } }); </script>

4 comments | domingo, diciembre 04, 2005


Hanif Kureishi ha construido con El buda de los suburbios un auténtico relato posmoderno y repatriado. Una historia llena de giros cuya radicalidad expresa en su negación las vicisitudes de la migración, la ambigüedad de la pérdida (tanto de la identidad como de los rituales y símbolos de sujeción y poder) y el arraigo de las costumbres y un modelo de socialización inédito en un cultura ajena consumida por el racismo y la segregación oriente- occidente.

Hay una búsqueda constante por aquello que los sitúe y les corresponda un lugar en el mundo en una sociedad escindida, esclavizada, cavilando entre uno y otro extremo tratando de encontrar sujeción y un lugar seguro y protector; el cuerpo adquiere en este sentido un carácter singular y único, se convierte en instrumento, en vehículo que deviene en un narcisismo exacerbado y una personalidad dudosa, acelerada y desestabilizada que marca su singularidad a partir de un individualismo enfermizo sin poder ni voluntad de autonomía.

Cada personaje adopta en el tránsito por reconstruir su identidad tan movible como flotante y llena de surcos, un travestismo moral que termina convirtiendo la historia colectiva y personal en una tragicomedia que transforma a cada personaje en una especie de mito.